Exceso de ruido en nuestra ciudad
Vivimos inmersos en una Granada dónde, en los últimos años, el exceso de ruido se ha disparado. Aumento de terrazas, falta de control de horarios de terrazas, falta de control del propio ruido que se ocasiona, exceso de ruido en puertas de locales. Todo esto está haciendo que el derecho al descanso brille por su ausencia en nuestra ciudad.
La necesaria implementación de ordenanzas contra el ruido son necesarias de inmediato y no podemos permitir mirar hacia otro lado.
Desde el ayuntamiento se debe primar el poder descansar por encima del jolgorio, los cánticos, las risotadas, en fin, del exceso de ruido que se está viviendo en una Granada que debería primar el descanso y no convertirse en un magaluf.
No estoy en contra de la hostelería pero si en contra de los desaprensivos y caraduras que actúan contra la salud del granaino, sin mirar el daño que ocasionan.
Comentarios (11)
Es importante controlar también el ruido que generan los vehículos en toda la ciudad, en especial las motocicletas que circulan por cualquier calle o acera con ruidos molestos a culaquier hora. Parece que no tienen control. ¿Puede el Ayuntamiento de Granada hacer algo al respecto?
y las motos? porque después de la pandemia no sé qué ha ocurrido que parece que han trucado los tubos de escape y se les oye por todos lados
De la misma manera que esta Corporación ha creado esta herramienta de participación ciudadana y transparencia, cosa que celebro enormente, espero que sea el preludio de un cambio de Ordenanzas rancias, que no responden a la realidad que Granada está viviendo. El ruido en esta ciudad ha ido creciendo año tras año, hasta convertirse en insoportable. Si, señores políticos, si verdaderamente quieren una Granada sin caos, en la que se pueda vivir, escuchen a los granadinos en el bus, en el mercado, en los parques....no se puede vivir con tanta terraza de bares y el nuevo híbrido de bares con música y derecho también a terraza, ni abrir ventanas , ni transitar por las aceras sin tropezar con alguna tarima, con tanto pubs con puertas abiertas y música ensordecedora sin cumplir normativas. Es horrible vivir con tanto ruido, horrible.Voluntad política ya!!
El problema de los ruidos por el bullicio de los bares fuera de los horarios autorizados es uno, y otro diferente y tanto o más grave es el atronador y ensordecedor estruendo de las motos (y algunos coches) con el tubo de escape abierto, roto o manipulado. Es intolerable que existiendo normativas que prohíben taxativamente esos excesos en el índice de decibelios admisibles ni la policía local ni el ayuntamiento tomen medidas radicales para su aplicación y control, imponiendo las sanciones pertinentes a los infractores y habilitando medios de control que vigilen dichas quebrantamientos de la legislación vial municipal.
Otra cuestión similar y de grave perjuicio para la tranquilidad y bienestar de los ciudadanos es la ausencia de pantallas acústicas en los parques pegados a la circunvalación cuyo estruendoso e incesable tráfico molesta irrita y desnaturaliza la propia existencia de las zonas verdes y parques de Granada, hoy tristemente muy alejados del sosiego, placidez y calma...
Los automóviles y especialmente las motos son el mayor problema. Een la calle Eudoxia Piriz desde la rotonda de Recogidas hasta el Tico Medina, pasando por el río Genil, circulan a más de 80 km/h en esta zona limitada a 30 km/h. Esta calle está marcada como uno de los puntos negros del Mapa Estratégico de Ruidos y Aglomeración urbana de Granada 2022 siendo además una calle de objetivo bajo ruido o con nivel sanitario al encontrarse en ella el hospital la Inmaculada y el centro de mayores Buenos Aires. Por tanto, el Ayuntamiento incumple la normativa vigente al no hacer nada al respecto.
Pues desde mi punto de vista, los principales emisores de ruido en Granada son... ¡municipales!
A saber: los vehículos que limpian las aceras, los camiones de la basura (que además parece que disfrutan dando marcha atrás, de madrugada, para ahorrar un minuto de vuelta a la manzana), los guardias de tráfico (con sus pitidos sin sentido), y el que se lleva la palma: el camión de los vídrios, que al menos en mi barrio tiene el detalle de aparecer los domingos a las 7 de la mañana. Imagínense el susto que da el repentino ruido atronador del contenedor descargando su contenido (porque de los camareros de bares soltando vídrios a cualquier hora de la noche ya ni me quejo.
Las motos, por supuesto, son otra de las principales causas. Enfrente de mi casa tengo un supermercado que todos los días del año descarga el camión las mercancías de madrugada. Me aguanto porque eso tiene que ser así, pero es un suplicio, como lo son los bares.
El Ayuntamiento es responsable subsidiario de los trastornos ocasionados a los ciudadanos por el ruido. No son pocas las sentencias a favor con indemnizaciones elevadas a ciudadanos que llevan años quejándose por el ruido. Pónganse las pilas.
En el barrio del Realejo cada vez es más difícil poder dormir y descansar. Desde primera hora de la mañana los autobuses, vehículos particulares y apertura de locales hacen imposible tener una ventana abierta (motores, pitadas, persianas de negocios, camiones de mercancía,…). Por la noche ahora se juntan hasta 3 camiones de basura cada noche (necesarios, por supuesto) pero con trabajadores que no tienen miramiento y gritan a todo lo que la voz les permite, la gente que bebe y grita en la calle (también sin ningún miramiento) y los conductores a los que, al parecer, les atrae la idea de acelerar a todo lo que da el coche/moto a altas horas de la noche (será por el efecto eco que hace la calle Molinos y los pocos vehículos que hay a esas horas). Se agradecería mucho que se controlara un poco más esa zona en cuanto a ruidos, porque es realmente imposible tener un solo día de descanso.
Estoy de acuerdo en lo ruidosa que está volviéndose esta ciudad: no sólo las despedidas de solteros, terrazas, también motocicletas y otros vehículos ruidosos , como comentan otros ciudadanos están afectando a la SALUD. Y , a pesar de que me encantan los perros, lamento decir que hay dueños muy poco conscientes de lo que molestan los ladridos .
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